TU CUERPO:
Además de las dificultades para dormir, el crecimiento mamario y la torpeza de tu cuerpo, a veces (no siempre) podrás ver que tus pezones derraman calostro. No será mucho, sólo unas gotitas. Evita manchar tu ropa poniendo un disco absorbente de algodón en tu sostén.
TU BEBÉ:
¡Tu bebé está del tamaño de una alcachofa!
Sigue creciendo y aumentando de peso y ensayando todos sus trucos para su nacimiento. Inhala líquido amniótico para ejercitar sus pulmones, se chupa el dedo para practicar el amamantamiento, y traga líquido también para mantener su sistema digestivo listo para ponerse en marcha.
TUS SÍNTOMAS:
¿Ya no te puedes ver tus pies? Además de que amarrarse los zapatos es una tarea titánica, gran cantidad de mujeres en esta etapa sienten acidez después de las comidas, estreñimiento, contracciones Braxton Hicks y cansancio. ¡Ánimo, ya va quedando menos!
¡Algunos TIPS que podrían ayudarte!
¿Te gustan las series? Con la docuserie de Netflix "Bebés: De lo innato a lo adquirido" explora sobre cómo los bebés se desarrollan después de nacer y cómo van descubriendo el mundo durante su primer año de vida. Si prefieres algo menos denso, puedes buscar la película “¿Qué esperar cuando estás esperando?”, una comedia romántica de 2012 que muestra varias historias paralelas sobre el embarazo y la maternidad.
Como el día D se acerca es bueno que sepas sobre ciertas señales a las que debes estar atenta que significan que tu bebé ya viene en camino. Un evento importante de reconocer es una ruptura del saco amniótico, que muchas veces se menciona como romper fuentes o romper bolsas. Lo primero es que no necesariamente será como en las películas en que te pones de pie y aparece un chorro de agua entre tus piernas. No sentirás nada cuando el saco amniótico efectivamente se rompa, pero detectarás un chorrito de líquido que te moja la ropa interior y no es pipí, es un líquido transparente o amarillo pálido sin olor. También puedes perder líquido amniótico de forma continua pero en pequeñas cantidades. Si sospechas que se te rompió la bolsa, debes avisar a tu equipo de salud cuanto antes para que revisen a tu bebé y determinen si llegó el momento que tanto has esperado.
¿Te aburriste de los Kegels y quieres hacer algo con tu cuerpo que te ayude para el parto? Un ejercicio muy simple que puedes hacer y que sirve para relajar tu columna y fortalecer tu pelvis es el siguiente: párate derecha pero relajada apoyando la espalda en la pared. El ejercicio consiste en respirar profundo y tratar de pegar toda tu espalda baja a la pared, botar el aire y volver a tu posición de descanso. Puedes repetir esto por 5 minutos al día, pero lamentablemente no reemplaza los Kegels.
Preguntas y respuestas frecuentes
¿Existe alguna forma natural de manejar el dolor de parto?
Mucho antes que se inventaran las epidurales, las mujeres usábamos métodos naturales para aliviar el dolor de parto. A continuación algunos de estas opciones que puedes conversar con tu equipo de salud: 1) Caminar: al inicio del trabajo de parto, caminar ayuda a relajarte y calmar parte del dolor. Camina distancias cortas por tu centro de salud con tu acompañante. Ojo que en caso de recibir analgésicos sistémicos, una epidural o un bloqueo espinal no te permitirán hacer esto. Tampoco si estás conectada a un dispositivo electrónico para el monitoreo fetal que no sea inalámbrico. 2) Cambiar posiciones: para muchas mujeres es confortable cambiar posiciones regularmente, incluso simplemente de lado a lado. Tomar posiciones erguidas como en cuclillas, parada, de rodillas, o sentada permiten que la fuerza de la gravedad ayude a mover a tu bebé hacia abajo. 3) Ducha tibia: aunque por seguridad es bueno que tengas a alguien cerca para apoyarte, muchas mujeres optan por recibir un flujo de agua tibia por su cuerpo para relajarse y aliviar el dolor. 4) Música: escuchar música suave y relajante ha mostrado que reduce el dolor, especialmente al inicio del trabajo de parto. Para las etapas más avanzadas del parto, música con un ritmo marcado constante puede ser mejor. 5) Masajes: un masaje firme, pero gentil en la espalda baja y tus hombros puede disminuir la presión provocada por tus contracciones. Los nudillos de tu acompañante o una pelota de tenis pueden ser una gran herramienta.
Preparándonos para el nacimiento. ¿Los recién nacidos duermen profundamente?
Cuando se quede dormido, al inicio tu recién nacido entrará a la etapa de sueño desincronizado o REM por sus siglas en inglés (Rapid Eye Movement). Este es un sueño liviano por lo que sollozará, sonreirá, temblará o se despertará con cualquier ruido. Luego tu bebé entra a una etapa de sueño sincronizado o no-REM. Este sueño es más profundo por lo que es más difícil que se despierte. Su respiración se hace más lenta y sus músculos se relajan. Estas etapas con duraciones similares inicialmente se alternan y repiten a lo largo del dormir. Mientras la etapa de sueño profundo en un adulto puede durar 90 minutos, la de los recién nacidos no supera la hora. A su vez, la etapa REM se acorta del 50% a un 20% del tiempo al dormir a la medida que uno crece. Es importante que tomes en cuenta que ¡tu bebé no sabrá dormirse sólo por lo que tendrás que ayudarlo!
Últimamente estoy teniendo unos sueños que parecen sacados de una cartelera de cine. ¿Tiene algo que ver con el embarazo?
Es muy común que te despiertes en medio de la noche y recuerdes perfectamente lo que estabas soñando y que tus sueños estén mucho más interesantes que antes de quedar embarazada (desde historias de terror a películas XXX). Además de tus famosas hormonas, el período en el que estás involucra un flujo de emociones permanente que descargas de cierta forma al soñar y además, al despertarte varias veces en la noche normalmente interrumpes tus ciclos de sueño justo en la mitad. ¡Es posible que incluso tu pareja tenga sueños más vívidos últimamente!
