TU CUERPO:
A estas alturas tu útero está presionando el resto de tus órganos y tu piel. Por esto, es muy probable que tu ombligo se salga. Aprovecha de limpiarlo bien, ya que es piel que lleva prácticamente toda tu vida encerrada. Una vez nazca tu bebé debiese volver lentamente a su estado inicial pero probablemente estará más estirado.
TU BEBÉ:
¡Tu bebé está del tamaño de un ramo de cebollín!
Esta semana tu bebé empieza a abrir sus ojos y están creciendo sus pestañas. Dentro del saco amniótico no hay mucho que ver, pero cambios fuertes de luz hacia tu vientre puede causar que reaccione moviéndose.
TUS SÍNTOMAS:
¡Es posible que ya hayas sentido contracciones Braxton Hicks! ¿No sabes cómo reconocerlas? Sentirás presión o endurecimiento en tu vientre por unos instantes y luego desaparecerá. Son contracciones de entrenamiento y no debes preocuparte, no significan que el parto se aproxima. Usualmente no duran más de 30 segundos, aparecen esporádicamente, y si tienes varias seguidas, no debiesen seguir un ritmo definido ni hacerse más fuertes, caso en que debieses consultar o ir a urgencias.
¡Algunos TIPS que podrían ayudarte!
Cada nuevo día, tu vientre aumenta de tamaño. Esto hace que sea más y más difícil que te quede bien tu ropa. Vestirse durante los meses de invierno es incluso más difícil ya que es casi imposible encontrar ropa abrigadora que te quepa bien. Aún así, sé prudente al gastar en ropa maternal. Después de todo, lo estarás usando sólo un par de meses.
La comunicación con tu equipo y centro de salud es clave. Algunas preguntas que podrías hacer a tu matrona o médico: ¿Cómo son los costos y pagos, aceptan mis seguros de salud? ¿Cuál es el equipo de salud que me atenderá durante las distintas etapas del proceso de embarazo? ¿A quién puedo contactar y hacer preguntas en horas de oficina y horas fuera de oficina ante emergencias? ¿Qué tengo que hacer cuando entre en trabajo de parto? ¿Llamo antes o voy directo al lugar? ¿Cuál es su visión respecto a la anestesia durante el parto, episiotomía, posiciones alternativas de parto, cesárea y parto vaginal asistido?
Una buena idea podría ser preguntar a tu equipo de salud si puedes hacer un "tour" o reconocimiento del lugar de parto. Conocer las instalaciones puede ayudarte a formar expectativas y que no sea todo nuevo el día del parto. Aprovecha de preguntar: ¿Cuándo y dónde puede estar tu acompañante durante el parto y las horas previas? ¿Puede tu acompañante quedarse durante la noche en la habitación contigo y tu bebé? ¿Puede tu acompañante tomar fotos y/o videos del nacimiento?
Preguntas y respuestas frecuentes
¿Cómo está posicionado mi bebé en mi cuerpo? ¿Lo que siento son manotazos o patadas?
La mejor posición de nacimiento, conocida como presentación cefálica, es cabeza abajo y espalda hacia el exterior frontal tuyo. Sin embargo, esta posición que, aunque puede comenzar a tomarse desde ya, usualmente se toma más adelante y ya casi con seguridad hacia la semana 37. Hoy lo más seguro es que siga con su cabeza arriba. Cuando te toque ecografía no dejes de revisar qué posición tiene actualmente.
Me aprietan mucho los zapatos. ¿Puede ser que me hayan crecido los pies?
Tu vientre puede no ser lo único de tu cuerpo que crezca, muchas embarazadas descubrimos que nuestros pies también. ¿Cuáles son las causas? Parte puede ser por la retención normal de fluidos y la hinchazón normal durante el embarazo. Tam- bién puede ser por grasa en tus pies dado un aumento alto o rápido de peso corporal. Finalmente, también puede ser por la hormona del embarazo Relaxina, que relaja ligamentos y articulaciones (idealmente sólo de tu pelvis, pero no discriminará otras zonas como tus pies). Aunque en general la expansión de los pies desaparece después del parto, a veces puede ser permanente.
Me pica el vientre todo el día. ¿Quiere decir que me están saliendo más estrías?
La picazón constante y tirantez que sientes en la piel de tu vientre quiere decir que se está estirando para hacer espacio para tu bebé que está creciendo muy rápido. Esto puede venir acompa- ñado de estrías o no. Puedes aliviar un poco tu vientre manteniéndolo muy hidratado y humectado, aplicando aceites corporales o crema hidratante varias veces al día.
